Gran interpretación de Cooper |
En esta historia me desencaja la manera en que Burger utiliza la cámara. Quizá sea una superproducción que le venga demasiado grande, a pesar de que en El ilusionista demostró que era un buen autor, con estilo y calidad, pero en Sin límites algo le falló. En un principio todo es muy precipitado, abrumador, se pasa a cámara rápida de las calles tumultuosas de Nueva York al cerebro humano, hay giros extremadamente veloces que son incómodos para el espectador. Afortunadamente a medida que pasan los minutos el filme se torna más agradable y se lleva con serenidad.
Bradley Cooper en Sin límites |
Se podría decir que Sin límites es intranscendental, tanto para el género como para un Robert de Niro, que últimamente sólo actúa para parodiarse a sí mismo. Aún así cumple con los cinéfilos menos ambiciosos.
0 comentarios:
Publicar un comentario