Un guión espectacular |
Caminamos con Bill en It's such a beautiful day |
It’s such a beautiful day se centra en la vida cotidiana de Bill, quien vive sumido en un profundo mar de reflexiones. Bill se detiene a observar su vida, su mundo… Paseando se encuentra con un conocido del que casi no recuerda nada, así que ambos se cruzan pero no se paran a hablar. Bill va al supermercado y se cruza con gente extraña que quizás no vuelva a ver jamás. Los observa pero no interactúa con ellos. Tan solo intercambia unas palabras con la cajera y la conversación se le antoja frustrante. Bill se sienta en un banco y piensa… Poco a poco, repasando las actividades que Bill realiza iremos descubriendo que no está del todo bien.
El primer capítulo de la película, Everything Will Be Ok, en algo menos de 20 minutos, hace un repaso muy inquietante por las obsesiones que nos acosan día a día: la rutina ("Bill pensó en cuántos días de su vida había perdido repitiendo los mismos rituales en su piso, pero siendo realistas, aquello era su vida y lo inusual era cuando hacía otras cosas"), la soledad ante la ausencia de amor y el eje central de It’s such a beautiful day, la muerte, el desequilibrio. Se ha comentado que este largometraje tiene mucho del Burton más tenebroso y del David Lynch más alocado y onírico (lo que viene siendo siempre), y en este fragmento de la cinta las influencias de este último son más que evidentes, especialmente por esos sueños del personaje principal en los que la muerte tiene tanto peso, y por el aspecto surrealista, presente hasta en las visitas de Bill al supermercado. La música, tan desagradable como necesaria, el montaje y la apuesta por lo inexplicable hacen que momentos de esta parte se instalen en nuestra memoria y no se marchen de ahí en mucho tiempo. Everything Will Be Ok se alzó con el premio a Mejor cortometraje en el prestigioso Festival de Sundance, además de salir victoriosa de los Premios Annie, el Festival de Chicago y el Fant-Asia. Una apuesta arriesgada cuyo éxito se vería multiplicado con su siguiente entrega...
Momentos surrealistas de Everything Will Be Ok |
Emotivo momento de I Am So Proud Of You |
Locura en la última parte del filme |
El segundo fragmento cierra con una recaída de Bill, sobre la cual se desarrolla todo el tercer acto. En It’s such a beautiful day Bill cada vez guarda menos recuerdos sobre su vida y ve cómo poco a poco se va apagando entre evocaciones que no sabemos si son reales o no ("los años se escurren de su cabeza"). En este punto del largometraje es cuando el filme se vuelve más filosófico, pero siempre manteniendo una estética minimalista y oscura. En 23 minutos Don Hertzfeldt, que ya ha conseguido que el público sienta total empatía por Bill, un personaje hecho con unos cuantos palitos, y se crea todas y cada una de sus acciones, reflexiona, entre otras cosas, sobre el valor de la cosas cuando nos encontramos al borde del abismo (la secuencia de la búsqueda del padre es fantástica). Con un Bill totalmente desestabilizado, que repite una y otra vez sus rutinas, pero que empieza a apreciar todo con mayor detalle y a lanzarse en la vida (quizá demasiado tarde) este corto termina con un brillante alegato sobre la fuerza interior del ser humano.
“Bill sobrevivirá hasta que el tiempo pierda todo significado. Vivirá hasta que todas las luces se apaguen”.
El problema es el que ya he mencionado con anterioridad. Quizá para esa parte final tan intensa el público ya esté un poco cansado. Aún así It’s such a beautiful day dejará huella en el espectador. El montaje, que mezcla imágenes reales con la animación sencilla pero inteligente de Hertzfeldt, provocará angustia, tensión, conmoverá y entristecerá siempre que sea lo que intente. Lo más llamativo de este trabajo es que el director logra humanizar a un personaje creado de una manera muy simple, algo muy digno de alabar.
Lo mejor: Un retrato sobre distintos aspectos de la vida muy original y estimulante. El director consigue que sintamos todo lo que siente Bill.
Lo peor: Peca de irregular. Los trabajos de Hertzfeldt funcionan mejor en cortos.
1 comentarios:
Ciertamente es una pelicula que deja huella, al menos a mí me dejó con un mar de ideas y reflexiones tras el visionado. Como bien dices, es una propuesta arriesgada pero creo que sale muy bien parada. Me encanta.
Muy buena reseña. Un abrazo.
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